jueves, 26 de diciembre de 2013

Papá Noel (I)

Pues este año, otra vez, he tenido que echar una mano a Papá Noel con los regalos. Yo no sé este hombre, si no sabe tejer, por qué se empeña en regalar cosas tejidas.
El primer regalo que se le antojó fue una bufanda cerrada, sí, de esas que te metes por la cabeza y que no necesitas enrollar y se queda siempre en su sitio...
Me dijo que tenía que ser en color morado y de algodón, que de lana igual le daba demasiado calor a la afortunada que iba a recibirla. ¿Morada? No tuvo que decirme más, era para mi madre así, que sin dudarlo, ¡manos a la obra!
Como me avisó con tiempo no hubo ningún problema ni en encargar las madejas ni en hacerla, quedando lista hace más de dos meses. 
La verdad es que creo que le gustó, porque anoche ya la estaba luciendo por ahí. Este es el resultado:


Pero no creáis que esto acaba aquí... No se conformó con este único encargo... Desde luego que creo que este Papá Noel se está convirtiendo en un poquito cara dura... Pero eso será motivo de otro post. ¡Feliz Navidad!

jueves, 19 de diciembre de 2013

Calentadores

Ya advertí que el crochet no se me resistiría, y así ha sido.
Todo empezó cuando mi amiga Laura de La Tejetienda propuso hacer un cal. Eran unos calentadores, pero pequeñitos, para ponértelos con las botas y que asomen por encima. Desde el principio me encantó la idea, pero no terminaba de atreverme. Porque, ¿y si compraba la lana y al final no me salía? La solución fue rápida, como era un proyecto pequeño, decidí coger unos restos  de lana que tenía y, ¡manos a la aguja!
Por supuesto, no hubiera podido terminarlos sin la ayuda de Laura que me guiaba cuando me quedaba atascada. El resultado, juzgarlo vosotros:



martes, 10 de diciembre de 2013

Regalo Sorpresa (2ª parte)

Pues sí, algunas lo habéis adivinado. Era una devanadera.
Lo mejor de todo es que la sorprendida realmente se sorprendió, no se esperaba, ni por un momento, que nos hubiéramos metido en semejante berenjenal. Y conforme le íbamos explicando el proceso, más se iba sorprendiendo: primero compramos los listones, luego hicimos pruebas para ver cómo los uníamos para hacer el “fuelle”, luego había que buscar un pie que fuese lo suficientemente grande y estable para que aguantara las madejas… Pero lo más difícil con diferencia fue buscar la manera de unirlo todo al eje central (más de un sábado se levantó mi media naranja al ser de día para probar alguna idea que se le había ocurrido).
Al final ha salido lo que queríamos, dejando bien claro que sólo es un prototipo y que cualquier fallo que detecte, tiene que decírnoslo, porque esperamos que no sea el último (por supuesto, yo quiero el mío), y mi media naranja dice que acepta encargos. Por un módico precio puedes tener tu propia devanadera artesanal, sólo tienes que preguntar.
Os dejo unas fotos para que lo veáis. 





miércoles, 27 de noviembre de 2013

Regalo Sorpresa

El domingo pasado fue el cumpleaños de mi amiga Bea. Desde hace tiempo quiero regalarle una cosa que sé que le va a gustar y que, además, le va a venir muy bien.
El problema es que, aunque ella se lo merece todo, se me iba del presupuesto. Ya llevaba tiempo pensando que se podía hacer de forma artesanal, pero nunca me atrevía a dar el paso.
Este año, he “engañado” a mi media naranja y nos hemos puesto manos a la obra, (bueno, realmente, la mano ejecutora ha sido la suya). Hemos partido de cero, de fotos, y de un modelo parecido a lo que queremos hacer; probando distintos materiales y distintas formas de ejecutarlo, en fin, lo que viene siendo “ensayo y error”.
Parece que va cogiendo forma, aunque vamos tarde, porque el cumple ya ha pasado y no hemos podido dárselo. Espero que esta semana esté terminado y, por supuesto, que le guste.
Ya os enseñaré lo que es. Por ahora sólo os dejo esta foto…


 Ya, no dice mucho, pero no quiero dar pistas...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Trapillo

Como ya os he dicho en muchas ocasiones, el crochet y yo no nos llevamos demasiado bien.
Para ver si hacíamos las paces, me he atrevido con las agujas XL y el trapillo. He empezado con una cesta redonda:


El resultado no está del todo mal, pero como todo, se puede mejorar.

Ahora estoy intentando hacer un cesto rectangular, pero ya llevo 4 ó 5 intentos y todavía no termina de gustarme cómo está quedando. Ahí lo tengo, encima de la mesa del salón, sin cogerlo desde hace ya casi una semana porque, me temo, que la próxima vez que lo coja será para deshacer. 
Por supuesto, no me daré por vencida. ¡El crochet no va a poder conmigo! ¡Al final nos entenderemos! Ya os enseñaré el resultado final.

martes, 29 de octubre de 2013

Estanterías tuneadas

Pues llegó el momento de separar a los niños de habitación. Nos resistíamos porque teníamos montado un despachito con todos los libros que nos habíamos leído durante años, una mesa de estudio para trabajar y miles de cosas que no sabíamos dónde poner… Pero cuando por las noches hay una guerra porque uno quiere leer y el otro no lo deja porque quiere jugar, no te queda otra que ponerte manos a la obra.
Teníamos claro que había que utilizar los muebles que teníamos, nada de comprar muebles nuevos. La litera se convertía en dos camas, la mesa gigante la dividiríamos por la mitad y así cada uno tendría su propia mesa de estudio y, las estanterías, las repartiríamos entre las dos habitaciones.
El problema es que las estanterías eran demasiado sobrias para las habitaciones infantiles, ¿qué podíamos hacer? ¿pintarlas de colores? No me convencía… así que se me ocurrió que podíamos empapelarlas. Para la habitación de Víctor escogimos un cómic de Spiderman y, para la de Pablo, mi media naranja, con todo el dolor de su alma, se ha desprendido de sus comics de Conan.
El resultado ha sido este:

 

No es nada difícil, solo hay que pegar el papel con cola, darle cola también por encima y barnizar. Empecé a hacerlo yo, pero ha sido mi media naranja quien ha hecho la mayoría del trabajo.

Lo mejor, ¡que a los niños les encanta!

martes, 15 de octubre de 2013

Marcapáginas

El post de hoy no tiene nada que ver con agujas, esta vez es algo que hemos hecho en casa y que hemos participado toda la familia.
Hoy es el cumpleaños de mi hijo Pablo. Todos los años hemos comprado algún detallito o chuche para que llevara a clase. Como ya es más mayor (ha cumplido 9 años), pensé que ya no “pegaba” mucho que llevara esto y que podía regalar un marcapáginas hecho por nosotros.

Estuve buscando por internet y encontré varios que me gustaron, pero hubo uno que me llamó la atención y que sabía que a él le iba a gustar. Efectivamente, le encantó y los 4 juntos hemos hecho marcapáginas para toda la clase. Este ha sido el resultado:

Espero que os haya gustado.

martes, 24 de septiembre de 2013

Vestido playero

No creáis que he dejado aparcada la máquina de coser. ¡Nada más lejos de la realidad!
A principios de verano, me volví loca y fui a una tienda de telas y me compré varias muy bonitas. Una era para hacerme una blusa; otra, un vestido rojo precioso y, la última, para un vestido playero.
El vestido playero lo terminé y he dado buen uso de él este verano. El vestido rojo lo tengo cortado e hilvanado, pero con las vacaciones, el inicio del cole… (y, para que engañarnos, que me he atascado y me da miedo seguir), no lo he terminado y ya no sé si será un vestido para este verano o para el verano que viene. La blusa, pues ahí está, ni siquiera cortada, así que esta sí que se quedará para el año que viene.
Creo que me precipité un poco: ya había hecho un vestidito y me creía que todo era coser y cantar (nunca mejor dicho).

Pero bueno, estoy encantada con mi vestido playero ¿y vosotras?


lunes, 19 de agosto de 2013

Incertidumbre

Ese ha sido el sentimiento que he tenido todo el tiempo que he estado haciendo este proyecto.
Tenía una madeja de merino con seda en un color rosa precioso, traída desde Viena el verano pasado. La tenía guardada porque no me decidía qué hacer con ella, ya que era demasiado bonita para hacer un chal pero no tenía suficiente para hacer algo mayor.
La solución fue fácil, buscar un hilo que no tuviera nada que ver con la madeja que tenía y que contrastara. Con la inestimable ayuda de Bea y de Ángela de La Maison Bisoux, elegí una madeja en otro rosa, finísima y que está compuesta de seda y ¡acero inoxidable!
Mientras hacía el cuerpo con la madeja austríaca no paraba de pensar “¿tendré suficiente?”, pero es que con la otra me ha pasado igual. Hasta el último momento, no he sabido si iba a poder terminar mi proyecto o no.

Este es el resultado:
No está mal, ¿verdad? Y me ha encantado tejer el hilo con composición de acero, ¡quién me iba a decir que se podía tejer el acero!

jueves, 1 de agosto de 2013

Mi Bernadette

Bernadette. Ese es el nombre del patrón del proyecto del verano pasado. Sí, que los patrones tienen nombre. Yo también me sorprendí la primera vez que escuché hablar a las compañeras de Málaga Knits de “something silver”, “color afection”… y cuando pregunté y me dijeron que eran rebecas, chales,… pensé que era algo muy curioso.
Bueno el caso es que uno de los que nombraban era el Bernadette. Nada más verlo me encantó y nada más ver el hilo que después usé pues no me lo pensé dos veces.
Como siempre, iba un poco tarde, pero al final del verano pude estrenarlo y este es el resultado.




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miércoles, 3 de julio de 2013

Neceser para mis agujas

Como ya he dicho muchas veces, soy bastante antojadiza en esto de las labores, así que cuando Bea me dijo que se iba a hacer un neceser para guardar sus cositas del punto, pues evidentemente, yo me puse con ella.
Como todo fue improvisado, se me ocurrió usar unos vaqueros que no me ponía y, para el interior, una tela de flores, preciosa que me dio ella.
Ella dibujó el patrón, lo pasamos a la tela lo cortamos y, al día siguiente ya tenía su precioso neceser.

Yo tardé un poco más (un mes más o menos), pero el resultado me ha encantado y ya tengo todas mis agujas, marcadores, y demás accesorios, perfectamente ordenados y en su sitio.


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Por cierto, no sabéis el juego que me está dando la máquina de coser. Ya os lo enseñaré.

martes, 11 de junio de 2013

Primeros encargos

Pues resulta que la camiseta y la diadema del post anterior han sido todo un éxito. ¡Me han hecho mi primer encargo! ¡Estoy toda nerviosita! No paro de pensar si me saldrá bien, si llegaré a tiempo, si a la niña a la que se la van a regalar le gustará… en fin ¡un sinvivir!
El caso es que mientras sí, mientras no, pues he regalado otra camiseta. Estaba claro que si a una niña le regalas algo así y el cumpleaños de su hermana es a los pocos días, ¡pues hay que hacer otra!
Así que, ¡manos a la obra! Esta vez la niña cumplía 4 años, con lo que nada de Monster High, tenía que ser algo acorde a su edad y quién mejor que Peppa Pig. El resultado ha sido este:




Y  ha tenido tanta aceptación ¡que me han hecho otro encargo! Nunca un regalo había sido tan fructífero.

Tan contenta estoy que he puesto una pestaña nueva en el blog donde iré colgando las cositas que me podéis encargar. Espero que os gusten mucho y recibir muchos encargos.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Regalo de cumpleaños

Pues va a resultar que en esto de “crear” cosas con mis manos soy un poco antojadiza…
Lo mío era el punto, luego me picó el gusanillo de la costura, le estoy echando el ojillo al trapillo y, lo último es lo siguiente:
Un día vino a casa mi amiga Susana, muy emocionada porque ella también se había aficionado a algo: compra camisetas y las “tunea”, es decir, le cose alguna inicial, alguna muñequita o incluso, a las camisetas que ya traen dibujos, pues le añade algún lacito o botón y ¡listo! ¡camiseta nueva!
El caso es que me parecieron monísimas pero, ¿a quién le podía yo hacer una para probar? ¿a mis niños? ¡ni pensarlo! Todo lo que no sea fútbol o invizimal… iba a quedar aparcado en el armario.
Por suerte, invitaron a los niños a un cumpleaños, ¡sí! ¡una niña! ¡podía hacer una camiseta! Así que busqué por internet y encontré unas telas de las Monster High que seguro le iban a encantar.
Así que, allí que me fui yo a que mi Susana me enseñara a hacer esas estupendas camisetas. Y este ha sido el resultado:



Pero no hay camiseta que se precie que no vaya con su felpa compañera.

 

 Lo mejor de todo: ir a recoger a los niños al cumpleaños y encontrarte a la cumpleañera con la felpa puesta.

¿Qué os parece? 
Por cierto, que me ha gustado el proceso y ya ando liada con otra...

lunes, 20 de mayo de 2013

Vestidito veraniego


No creáis que ya he dejado la máquina de coser olvidada en un rincón de casa. ¡Nada más lejos de la realidad!
La verdad, es que le he estado dando bastante uso. Después de las pruebas con el bolso, el acerico y el neceser, pensé que ya era hora de hacer algo de ropa. Pero, ¿qué podía hacer yo que no tenía ni idea de costura? Pues lo que hacemos siempre que no sabemos algo, navegar por internet. Por ahí descubrí varios blogs de costura que no estaban nada mal y en más de un sitio recomendaban un vestidito para niña, de corte recto que, a simple vista, parecía bastante sencillo.
Dicho y hecho. Saqué el patrón y ¡a cortar se ha dicho! Menos mal que siempre tengo a mi Beíta que me echa una mano, porque si no, el vestido no hubiera cuadrado de ninguna de las maneras.
Una vez cortado, pues a coser… un día un poquito, otro día otro, otro día me enfado porque no me sale como quiero… el caso es que un par de meses después este es el resultado:




¡Qué contenta con mi vestido acabado! Se lo enseño a mi mayor crítico, mi media naranja y su respuesta: “Es soso”
Se me cayó el mundo a los pies. ¡Con lo contenta que estaba! ¿Qué hacía ahora? A los padres de la criatura les gustaba (les mandé fotos, pero ellos qué iban a decir…), pero la verdad es que bien mirado, ¡era soso!
Una visita al día siguiente a la mercería y, el resultado final es este:



Con sus braguitas a juego, claro:



¡Qué guapa va a estar Olivia este verano!

¡Me acabo de dar cuenta que tengo una seguidora! ¡Qué ilusión me ha hecho! ¡Gracias, Laura!

lunes, 6 de mayo de 2013

Calcetines morados


Como ya os he contado miles de veces, siempre ando pensando en el “siguiente proyecto”. Es por esto que andaba buscando unas lanas para hacer calcetines, quería hacerle unos a una amiga, pero no terminaba de encontrar la lana que me gustara.
Una noche, buscando por internet, la encontramos. Pero, claro está, que no encontré sólo ésta, encontré otra en preciosos tonos morados.
En cuanto llegaron las lanas, me puse a tejerlos. ¿Los de mi amiga?. No. Esos podían esperar, porque para su cumpleaños todavía quedaba mucho. Empecé con la lana morada. No me podía resistir.
Empecé con un patrón que, al poco de empezar,
deshice, pues no me convencía. Este patrón lo dejaré para otra lana con más degradado. Buscando y buscando, me encontré con otro modelo de calcetines que en los foros decían que eran un poco complicados pero a mí me encantaron. Así que me puse a ello. Conforme los iba haciendo (por cierto que no me han parecido nada difíciles de hacer), estaba claro para quién iba a ser. ¡Otra vez me quedaba sin calcetines!
Así que los calcetines han sido un estupendo regalo para el día de la madre. Es su color preferido y, todavía, no le había tejido nada digno a la que me enseñó a tejer, a hacer crochet, punto de cruz y tantas y tantas otras cosas. ¡Mamá espero que te hayan gustado y que el próximo invierno tengas lo pies calentitos calentitos!

miércoles, 17 de abril de 2013

Little Dress


Hace ya un casi dos semanas que no escribía nada. Pero no creáis que he estado ociosa, ni mucho menos. He estado terminando algunas cosillas, empezando otras, dejando alguna en “stand by” hasta que vuelva a hacer frío… en fin, un no parar con las agujas.
¿Os acordáis del post que hablaba de unos patucos? Pues al final, esos patucos no llegaron a buen término. En un principio los patucos eran el complemento de un vestido pero pensando, pensando, me di cuenta de que a una niña de 6 meses no se le ponen patucos, así que el vestidito irá solo, eso sí con un adorno de una florecita hecha de crochet.
Quedan pocos días para que nazca la dueña del vestido y, espero, que el invierno que viene esté calentita con él y, por supuesto, que a su madre y a su abuela les guste mucho.


jueves, 4 de abril de 2013

Revontuli


Al retomar mi afición por las agujas, tenía que hacer algo con las agujas circulares. Por internet compramos una preciosa lana en tonos azules y, buscando en Ravelry, apareció el chal Revontuli.
Sí, hasta el nombre es difícil. Pero no importaba. Miro la lana y decía que se tejía con agujas del 3,5. Miraba a Bea, haciendo el mismo patrón y con la misma lana, usando agujas del 5 ó 5 y medio, y pensaba, “qué raro le va a quedar, unas agujas tan gordas para una lana tan fina” ¡Qué sabía yo que los chales se hacen con agujas bastante gordas para que el calado se vea bastante bonito!
Pues ahí me puse a hacerlo y, conforme avanzaba, me decía que no iba bien, que estaba quedando un poquito pequeño. Pero, ¿paraba? No. Doña erre que erre siguió hasta el final y, claro, quedó una cosa parecida a un tapete de tupido que estaba.
Así que nada, ¡vuelta a empezar! Cogí unas agujas más gordas y el resultado es el siguiente:

Estoy muy orgullosa de mi chal y ¡es de calentito!
El siguiente que he hecho ya he usado las agujas que debía y ¡sólo lo he tenido que hacer una vez!

domingo, 31 de marzo de 2013

Gracias

Hoy no tengo nada que enseñar. Sólo quiero dar las gracias a todos los que me estáis leyendo. No hace ni tres meses que empecé a escribir este blog y ya he tenido más de mil visitas. Así que, lo dicho: ¡muchísimas gracias! ¡no sabéis cuánta ilusión me hace!

sábado, 30 de marzo de 2013

Proyectos en curso

Hay dos tipos de tejedoras: las que empiezan un proyecto y, hasta que no acaban, no se ponen a hacer otro y, las que llevan varios a la vez.
Yo soy de estas últimas. Será que no tengo paciencia y, cuando me viene algo a la cabeza, quiero empezarlo cuanto antes. El caso es que siempre tengo varias cosas empezadas.
Ahora mismo estoy haciendo un vestido, un calcetín y un bolso de la compra. Esto sólo de punto, pero de vez en cuando cojo una aguja de crochet y hago una florecilla, o un gorrito, empiezo un monedero que, como no me gusta cómo queda, lo deshago…
Y, por supuesto, no creáis que tengo la máquina de coser parada. Tengo una cosita entre manos, pero hasta que no esté terminada no os la voy a enseñar.
Aquí os dejo los proyectos de punto:



¿Os gustan?

jueves, 21 de marzo de 2013

El tercer calcetín

Cuando escribí el post sobre el par de calcetines inacabados, me entró el gusanillo y me decidí a terminarlos.

Todas las que seguís a Málaga Knits, habéis ido viendo la evolución del calcetín, bien a través del blog o directamente en las reuniones de los viernes.
Lo que muy pocas sabéis es que no se quedó en un par de calcetines. De nuevo tejí un tercer calcetín. ¿Por qué? Pues porque una vez hecho el segundo, vi que el primero, realmente, estaba nada más que regular: tenía algún que otro fallo, no entraba bien y era el primer calcetín que, sin estrenar, ¡ya tenía un “tomate”! Y alguna diréis “¿y qué?, si eso solo lo sabes tú” Pero como buena hija de mi madre, sabiéndolo yo, ya es suficiente, y cada vez que lo viera, me iba a dar coraje no haberlo hecho de nuevo. Así que, ahora tengo un par de calcetines fantásticos y otro calcetín suelto, que terminará reciclado y convertido, probablemente, en una funda, o dos, para el móvil.





jueves, 14 de marzo de 2013

El proyecto imposible


Un día, ves en una revista de punto, de una marca muy conocida, un vestido increíble. Vas con la revista a la tienda y, por suerte, encuentras justo la lana que han usado para el vestido que te ha encantado. Le dices al dependiente que te de la lana y las agujas que dice el patrón. Pero, claro, el dependiente sabe más que la revista, y te da unos consejos que tú, como buena novata, sigues a pie juntillas. ¡Error!
Terminas el vestido, pero como no lo has hecho como dice la revista porque le has hecho caso a uno que dice que sabe pero que realmente no es así, te lo pruebas y, "no sé…, queda demasiado apretado". Aún, así, como te ha costado tanto terminarlo, lo estrenas, incluso compras algún complemento para el vestido. Te lo pones una vez más y termina en un rincón del armario.
Tras un par de años guardado, y con mucha pena por el tiempo empleado, decides desbaratarlo.
Una vez que ya tienes todos los ovillos hechos, te pones a buscar y encuentras el patrón perfecto pero (otra vez un pero), no sabes la cantidad de lana que tienes y te pones a ello.
De nuevo haces tu jersey con mucha ilusión y, cuando ya sólo te quedan las mangas y poco más, de pronto te das cuenta que lo más probable es que no tengas suficiente lana. Así que, ¡otra vez a deshacer!
Como ya estamos en marzo, esta lana se va a esperar al año que viene, pero ya tengo nuevo proyecto y, esta vez, espero que sí, que podré tener un jersey estupendo. ¿Os gusta?

jueves, 7 de marzo de 2013

Las bufandas de Pablo y Víctor y de su tío Emilio


Esta Navidad les pedí a los Reyes Magos que le trajeran a mi hermano una bufanda. Rápidamente elegí el modelo y también la lana una Abuelita Silk Merino (60% merino y 40% seda), suave, suave.
En cuanto terminaron los calcetines de Elena y Olivia, los reyes se pusieron a tejer la bufanda (siempre, claro, cuando los niños dormían y no podían verlos). No tenía ninguna complicación, aunque si era un pelín “trabajosillo” eso de coger tres puntos juntos del revés. El resultado me gustó mucho y como los reyes ya habían venido pues dije, “ahora voy a tejer yo unas bufandas para mis niños”

Bufanda de Emilio

Ellos lo tenían claro, Pablo roja y Víctor azul. La lana elegida, una Abuelita Merino (100% merino). Elegir el patrón, era más complicado. Me puse a hacer pruebas y al final me decidí por el punto inglés que queda muy bonito.
Cuando empezaron a discutir qué bufanda haría primero, yo, cual Salomón me decidí rápido: tejería las dos a la vez. Pero, quién me iba a decir a mí que se me haría taaan pesado. ¡El punto inglés queda precioso, pero no cunde nada de nada!
Cuando llevaba la mitad de las dos bufandas, me desesperé y seguí sólo con una, eso sí, no la rematé hasta que había tejido la otra. El resultado era el esperado: 2 caritas sonrientes y encantadas con su bufanda.

jueves, 28 de febrero de 2013

Antes y después


Cuando tenía 20 ó 22 años, se me ocurrió regalarle al por entonces mi novio, un gorro para que estuviera calentito en las acampadas. Pero claro, yo no podía ir a la tienda y comprar uno, tenía que tejerlo yo.
Compré la lana, mis agujas rectas y, ¡a tejer se ha dicho!. Por supuesto, era el primero que hacía y, menos mal que estaba mi madre para guiarme porque no tenía ni idea de cómo podía hacerse un gorro. No era difícil, sólo había que menguar de vez en cuando y, al final, coser ambos lados juntos y, ¡ya estaba el gorro hecho!.
El resultado no fue muy bueno ya que, con el miedo a que le pudiera estar pequeño (porque tiene una XL de casco), se me fue un poco la mano y salió un pelín grande. Sin embargo, él, novio sufridor, se puso su gorro en todas las acampadas sin rechistar.


Unos cuantos años después, concretamente este pasado, se me ha ocurrido hacer otro gorro. Esta vez, para mi cuñado.
En esta ocasión, he usado agujas circulares y, realmente, la construcción es igual, pero tejido en redondo.

El resultado ha sido infinitamente mejor y, mi entonces novio y mi marido ahora, no quería quitarse el gorro el día que hizo de modelo para ver cómo quedaba. Así que creo que tendré que tejer otro. Y mucho me temo que acompañado de otros dos tamaño infantil.

lunes, 25 de febrero de 2013

Zapatitos


Cuando estoy tejiendo, en algún momento del proceso, empiezo a pensar en el siguiente proyecto y, cuando ya tengo claro cuál va a ser, me entra la prisa por acabar el que estoy haciendo.
Hace pocos días he terminado un vestido para una niña, pero no os lo pongo porque es para un regalo (lo siento, Mónica, pero todavía no te lo puedo enseñar). El caso es que cuando me quedaba la mitad del vestido aproximadamente, empecé a pensar en qué complemento podría añadir al vestido.
Pensando y pensando, llegó a mis manos un patrón de un zapatito para niña, así que corre que te corre terminé el vestido (que, por cierto, ha quedado precioso) y me puse manos a la obra.
Sólo he hecho una prueba, pues el patrón es para recién nacida y, el vestido es para 6 meses, pero sólo hay que hacer unas cuantas reglas de tres para sacar las medidas correctas.
Este es el resultado:

Espero que esté calentita con ellos y que a sus papás les guste.

jueves, 21 de febrero de 2013

Mi vestido


Este año, además de la máquina de coser y otras cosillas, he tenido un regalo de cumpleaños relacionado con mi afición.
Todo empezó por el mes de noviembre, cuando Bea me dijo que este año quería regalarme lanas para que yo me hiciera algo bonito, que eligiera un proyecto y, sobre ese, ya buscaríamos las lanas.
Pues nada, me meto en ravelry y, claro, en los patrones gratuitos: “Este no que parece un saco, este tampoco que es muy raro, este es muy feo..." Así que, vámonos, a los patrones de pago. Y, como no, ahí estaba "El Vestido”.
Nunca había comprado un patrón y pregunté cómo se hacía. Y, ¡sorpresa!, en vez de las instrucciones de compra me llega esto por correo:

¡Sí! Bea me había dado un adelanto de mi regalo: el patrón.
Llegó mi cumpleaños y, por supuesto, las lanas que había elegido:


He tardado, pero esta semana ya me he decidido a empezarlo y este es el resultado:

Prometo enseñaros cómo queda al final.

lunes, 18 de febrero de 2013

Mis reuniones


Allá por el mes de mayo, Bea me dijo que había contactado por internet con otras chicas que hacían punto, y que habían quedado en una cafetería para conocerse y tejer juntas. Yo no fui. La excusa: los niños, íbamos a salir.., pero la verdad es que me daba un poco de vergüenza eso de tejer en público. De esa reunión nació Málaga Knits.
A partir de ahí, empezaron a reunirse todos los sábados. Yo seguía sin animarme, además, el sábado no era un buen día; siempre había algo que hacer (playa, compromisos familiares, cumpleaños infantiles…), es decir, excusas que me ponía yo misma.
Con la llegada del verano y el cierre de la cafetería donde se reunían, decidieron trasladar las reuniones a los martes y a Torremolinos. ¡Vaya, los martes es el único día que trabajo por la tarde! (más excusas…)
Al final me decidí. Un martes pude organizarme, salir antes y fui a la reunión. Y, ¡sorpresa! ¡no estaba tan mal! Me encantó eso de conocer gente que compartiera mi afición.
Ha sido en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, cuando me he hecho asidua a las reuniones que, además, han vuelto a Málaga, alternadas con las de Torremolinos.
Ya somos un grupito bien consolidado y estoy deseando que lleguen las “quedadas” para charlar con Bea, Mariló, Ángela, Laura, Lourdes y todas aquellas que se van animando.
Y, como aquí son cada dos semanas, los viernes que tocan, cuando digo “me voy a hacer punto”, pues el padre de las criaturas no protesta.
¡Ah! Y ya no me da vergüenza tejer en cualquier parte.

jueves, 14 de febrero de 2013

Acerico


El domingo por la tarde, que los niños estaban jugando en casa del vecino, por fin me atreví a sacar la máquina de coser, guardadita como estaba ella en su caja desde que hice la bolsa.
Como la semana pasada había podido comprar una cremallera y tenía tela sobrante de la bolsa, pues lo saqué todo, máquina, telas, caja de costura… todo lo necesario para hacer... ¡un neceser!
En seguida me puse a cortar la tela, la cuadré, la sobrehilé y, de pronto, me entraron los nervios ¿sabría poner la cremallera?
Para practicar con la máquina, pensé hacer otra cosa. Tenía unos cuadraditos ya cortados y me dije, “pues voy a hacer un acerico, que no tengo”. ¡Y manos a la obra! Pero no contaba con la dichosa canilla. ¡Otra vez se escapó el hilo! ¡y otra vez un rato intentando ponerlo! Pero lo conseguí. Y al fin tengo mi acerico.
Como ya me había envalentonado (y gracias a algún tutorial de internet), vi que el pegar una cremallera no tiene más misterio que cambiar el pie de la máquina. Y este es el resultado:


Y, este fin de semana, empezaré algo más elaborado que ya os mostraré.