Un día, ves en una revista de punto, de una marca muy conocida, un vestido increíble. Vas
con la revista a la tienda y, por suerte, encuentras justo la lana que han
usado para el vestido que te ha encantado. Le dices al dependiente que te de la
lana y las agujas que dice el patrón. Pero, claro, el dependiente sabe más que la
revista, y te da unos consejos que tú, como buena novata, sigues a pie
juntillas. ¡Error!
Terminas
el vestido, pero como no lo has hecho como dice la revista porque le has hecho caso a uno que dice que sabe pero que realmente no es así, te lo pruebas y, "no sé…, queda demasiado apretado". Aún, así, como te
ha costado tanto terminarlo, lo estrenas, incluso compras algún complemento
para el vestido. Te lo pones una vez más y termina en un rincón del armario.
Tras un
par de años guardado, y con mucha pena por el tiempo empleado, decides desbaratarlo.
Una vez
que ya tienes todos los ovillos hechos, te pones a buscar y encuentras el
patrón perfecto pero (otra vez un pero), no sabes la cantidad de lana que
tienes y te pones a ello.
De nuevo
haces tu jersey con mucha ilusión y, cuando ya sólo te quedan las mangas y poco
más, de pronto te das cuenta que lo más probable es que no tengas suficiente
lana. Así que, ¡otra vez a deshacer!
Como ya
estamos en marzo, esta lana se va a esperar al año que viene, pero ya tengo nuevo proyecto y, esta vez, espero que sí, que podré tener un jersey estupendo.
¿Os gusta?
ayyyyyy.... todavía me acuerdo del momento "vamos a deshacer" de la primera vez!
ResponderEliminarSigo pensando que hay lanas con mucha personalidad y esta hasta que no ha encontrado "su patrón" no ha parado.
Este será el definitivo, estoy segura.
Eso espero!
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