Como
ya he dicho muchas veces, soy bastante antojadiza en esto de las labores, así
que cuando Bea me dijo que se iba a hacer un neceser para guardar sus cositas
del punto, pues evidentemente, yo me puse con ella.
Como todo
fue improvisado, se me ocurrió usar unos vaqueros que no me ponía y, para el
interior, una tela de flores, preciosa que me dio ella.
Ella dibujó
el patrón, lo pasamos a la tela lo cortamos y, al día siguiente ya tenía su
precioso neceser.
Yo tardé
un poco más (un mes más o menos), pero el resultado me ha encantado y ya tengo
todas mis agujas, marcadores, y demás accesorios, perfectamente ordenados y en
su sitio.
¿Os gusta?
Por cierto, no sabéis el juego que me está dando la máquina de coser. Ya os lo enseñaré.
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