Al
retomar mi afición por las agujas, tenía que hacer algo con las agujas circulares.
Por internet compramos una preciosa lana en tonos azules y, buscando en
Ravelry, apareció el chal Revontuli.
Sí,
hasta el nombre es difícil. Pero no importaba. Miro la lana y decía que se
tejía con agujas del 3,5. Miraba a Bea, haciendo el mismo patrón y con la misma
lana, usando agujas del 5 ó 5 y medio, y pensaba, “qué raro le va a quedar,
unas agujas tan gordas para una lana tan fina” ¡Qué sabía yo que los chales se
hacen con agujas bastante gordas para que el calado se vea bastante bonito!
Pues ahí
me puse a hacerlo y, conforme avanzaba, me decía que no iba bien, que estaba
quedando un poquito pequeño. Pero, ¿paraba? No. Doña erre que erre siguió hasta
el final y, claro, quedó una cosa parecida a un tapete de tupido que estaba.
Así que
nada, ¡vuelta a empezar! Cogí unas agujas más gordas y el resultado es el
siguiente:
Estoy
muy orgullosa de mi chal y ¡es de calentito!
El
siguiente que he hecho ya he usado las agujas que debía y ¡sólo lo he tenido
que hacer una vez!
Jejeje qué recuerdos! Al final te quedó mucho más bonito que el mio, fue nuestro primer mini kal y nosotras sin saberlo.
ResponderEliminarEs verdad! ¡Nuestro primer mini kal! pues cuando quieras hacemos el siguiente :P
ResponderEliminarY digo yo!!!! para la madre de la artista no hay na de na, ufffff te recuerdo que algo habré puesto yo en esa afición tuya ¿o no? bueno hubo una bufanda algo diferente y encima de mi color favorito, tampoco debo de quejarme jajajaja. Un beso
ResponderEliminarPaciencia que algo se esta cociendo, digo tejiendo...
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