Esta Navidad
les pedí a los Reyes Magos que le trajeran a mi hermano una bufanda. Rápidamente
elegí el modelo y también la lana una Abuelita Silk Merino (60% merino y 40%
seda), suave, suave.
En cuanto
terminaron los calcetines de Elena y Olivia, los reyes se pusieron a tejer la
bufanda (siempre, claro, cuando los niños dormían y no podían verlos). No tenía
ninguna complicación, aunque si era un pelín “trabajosillo” eso de coger tres
puntos juntos del revés. El resultado me gustó mucho y como los reyes ya habían
venido pues dije, “ahora voy a tejer yo unas bufandas para mis niños”
Bufanda de Emilio |
Ellos
lo tenían claro, Pablo roja y Víctor azul. La lana elegida, una Abuelita Merino
(100% merino). Elegir el patrón, era más complicado. Me puse a hacer pruebas y al final
me decidí por el punto inglés que queda muy bonito.
Cuando
empezaron a discutir qué bufanda haría primero, yo, cual Salomón me
decidí rápido: tejería las dos a la vez. Pero, quién me iba a decir a mí que se
me haría taaan pesado. ¡El punto inglés queda precioso, pero no cunde nada de
nada!
Cuando
llevaba la mitad de las dos bufandas, me desesperé y seguí sólo con una, eso
sí, no la rematé hasta que había tejido la otra. El resultado era el esperado: 2
caritas sonrientes y encantadas con su bufanda.
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