jueves, 19 de diciembre de 2013

Calentadores

Ya advertí que el crochet no se me resistiría, y así ha sido.
Todo empezó cuando mi amiga Laura de La Tejetienda propuso hacer un cal. Eran unos calentadores, pero pequeñitos, para ponértelos con las botas y que asomen por encima. Desde el principio me encantó la idea, pero no terminaba de atreverme. Porque, ¿y si compraba la lana y al final no me salía? La solución fue rápida, como era un proyecto pequeño, decidí coger unos restos  de lana que tenía y, ¡manos a la aguja!
Por supuesto, no hubiera podido terminarlos sin la ayuda de Laura que me guiaba cuando me quedaba atascada. El resultado, juzgarlo vosotros:



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