martes, 10 de diciembre de 2013

Regalo Sorpresa (2ª parte)

Pues sí, algunas lo habéis adivinado. Era una devanadera.
Lo mejor de todo es que la sorprendida realmente se sorprendió, no se esperaba, ni por un momento, que nos hubiéramos metido en semejante berenjenal. Y conforme le íbamos explicando el proceso, más se iba sorprendiendo: primero compramos los listones, luego hicimos pruebas para ver cómo los uníamos para hacer el “fuelle”, luego había que buscar un pie que fuese lo suficientemente grande y estable para que aguantara las madejas… Pero lo más difícil con diferencia fue buscar la manera de unirlo todo al eje central (más de un sábado se levantó mi media naranja al ser de día para probar alguna idea que se le había ocurrido).
Al final ha salido lo que queríamos, dejando bien claro que sólo es un prototipo y que cualquier fallo que detecte, tiene que decírnoslo, porque esperamos que no sea el último (por supuesto, yo quiero el mío), y mi media naranja dice que acepta encargos. Por un módico precio puedes tener tu propia devanadera artesanal, sólo tienes que preguntar.
Os dejo unas fotos para que lo veáis. 





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