Todas
las que seguís a Málaga Knits, habéis ido viendo la evolución del calcetín,
bien a través del blog o directamente en las reuniones de los viernes.
Lo que
muy pocas sabéis es que no se quedó en un par de calcetines. De nuevo tejí un
tercer calcetín. ¿Por qué? Pues porque una vez hecho el segundo, vi que el
primero, realmente, estaba nada más que regular: tenía algún que otro fallo, no
entraba bien y era el primer calcetín que, sin estrenar, ¡ya tenía un “tomate”!
Y alguna diréis “¿y qué?, si eso solo lo sabes tú” Pero como buena hija de mi
madre, sabiéndolo yo, ya es suficiente, y cada vez que lo viera, me iba a dar
coraje no haberlo hecho de nuevo. Así que, ahora tengo un par de calcetines
fantásticos y otro calcetín suelto, que terminará reciclado y convertido,
probablemente, en una funda, o dos, para el móvil.
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