Peppa Pig

Hace unos días nos invitaron al cumpleaños de una niña que cumplía 5 años. Sabía que le encantaba Peppa Pig, así que decidí buscar por la red a ver si veía alguna que pudiera hacer yo.

En el fantástico Pinterest encontré muchísimas, pero había una que me encantó pero... era de crochet. Me armé de valor y me dije: ¿por qué no? Así que entré en el enlace y vi que estaba muy bien explicado. Gracias al patrón de tallerdemaó una niña se puso muy contenta cuando abrió su regalo y se encontró esto:

 

Un año después

Hace mucho que no enseño nada de costura. La verdad es que la tengo un poco abandonada, porque me pasa como con el crochet, como no me sale como quiero, pues lo dejo a un lado y va pasando el tiempo... Pues eso fue lo que me pasó con este vestido.

El año pasado varias amigas, Laura, Ángela, Bea y yo nos reunimos para hacer todas un mismo patrón. Todas menos una, la seño balmenara, éramos principiantes y nos pareció divertida la idea de hacer el mismo vestido.

Quedamos un día en el que cortamos y empezamos el vestido. Bea nos guió y nos dijo cómo teníamos que seguir. Era un vestido bastante fácil de hacer. Mis comáis de faena acabaron sus vestidos en seguida pero yo, me encontré con un problema, el cuello. Lo cosí, lo pillé mal lo descosí, lo volví a coger con alfileres y... lo fui dejando. Tanto lo dejé que se pasó el verano y con él, las ganas de acabarlo.

Con la primavera me entró otra vez el gusanillo de terminar el vestido y, sólo faltó un empujón de Bea y, por supuesto, un día a mi lado y ¡vestido terminado!

Arcoíris

Todos los años, Bea (más conocida en el mundo tejeril como Balmenara), cuando se acerca mi cumpleaños, me pregunta qué quiero que me regale. Como sabe lo que me gusta, lo enfoca a algo relacionado con las lanas y las agujas (os lo conté el post en el que hablo de mi vestido).

Este año lo tenía claro: quería lana para calcetines y unas agujas en las que cupiera el par completo (ya sabéis mi miedo a dejar los calcetines a medias...). 

Ella pronto decidió cuales serían las agujas: unas Knit Pro de carbono que son una delicia. Pero ¿y la lana?, me preguntó, ¿Qué color te gustaría, liso o degradado...? Como estábamos a principios de año le dije: Este año lo quiero empezar con alegría así que quiero un color muy alegre, con degradado, que no sea liso, que este año quiero llevar la alegría hasta en los pies.

A los pocos días me dijo que tenía clarísimo qué ovillo me iba a regalar y, efectivamente, acertó de lleno. Aquí tenéis el resultado:

Esta vez no he seguido ningún patrón en concreto. He ido cogiendo de varios lo que he necesitado y el resultado, ¡me gusta mucho!

Mi primer amigurumi

Parece que estoy cumpliendo (bueno casi), los propósitos para este año. Uno de ellos era retomar el crochet y, para ello, pensé que lo mejor era hacer un muñequito (también llamado amigurumi).

No he querido hacer nada demasiado grande y, desde Navidad, ando dándole vueltas a hacer un Belén de crochet.

Ha sido bastante fácil gracias al tutorial que Laura puso en su blog. He empezado por el burrito que me gustaba mucho y no me ha llevado mucho tiempo.

Además, esta es una buena forma de rebajar el montón de lanas que tengo acumuladas. Ya os iré enseñando el resto de figuras. Pero esta, que ha sido la primera, creo que va a ser mi favorita por mucho tiempo.

Marinero

Este jersey, lo empecé el año pasado. Como siempre me pasa, llegó el calor y, calor era lo que me daba cuando lo veía, y con lo bonitos que eran los hilos veraniegos, pues el pobre jersey, pasó al fondo de una bolsa sin terminar.

Hace un par de semanas acabé mi proyecto estrella del invierno, mi Bello. Estuve alargando el final porque no sabía qué hacer después, hasta que me acordé del pobre marinero que andaba en el fondo de una bolsa.

Me hice un propósito, no empezar nada hasta que no lograra terminarlo y, como no tenía nada en mente, pues ¡qué fácil! Pero en seguida llegó a mí un patrón que tenía que hacer y ¡no ha habido aliciente mejor! El marinero terminado, incluso le he alargado las mangas (las francesas, con lo friolera que soy, no son para mí) y, nuevo proyecto en mis agujas.

Pero, por primera vez, he terminado algo que creo que no me voy a poner, porque no me han quedado nada bien las sisas. Aquí dejo las fotos para que lo veáis

Fin al síndrome del segundo calcetín

Ya os conté en esta entrada lo que era el síndrome del segundo calcetín. Pues bien, ¡me he curado!, ya nunca más me volverá a pasar. ¿Por qué?, aquí podéis verlo:

No se si se aprecia muy bien, pero el truco es tejerlos los dos a la vez, así cuando acabas tienes tu par listo para usarlo.

Este par, en concreto, ha ido para una amiga que nunca me ha pedido que le teja nada y ese ha sido el aliciente para hacérselos. Y, como no se los esperaba, pues le han hecho mucha ilusión.

Aquí los tenéis terminados. Espero que os gusten.

Bello

Cuando vi el jersey, pensé que su diseñadora no podía haber elegido un nombre mejor. Y, en ese mismo instante, decidí que tenía que tejerlo.

Siempre es difícil elegir la lana adecuada para cada proyecto pero, en este caso, lo tenía clarísimo: iba a hacerlo con aquella madeja que vi en La Tejetienda la primera vez que estuve allí y que no podía quitarme de la cabeza.

Era una madeja muy suave, con una torsión que no había visto nunca y que, desde que la tuve en mis manos no paraba de pensar qué podía tejer con ella. Su nombre:Essentials Merino de Rico Design.

En seguida calculé cuántos ovillos necesitaría y, aunque se iba un poco del presupuesto, ¿para qué estaban los Reyes Magos si no era para hacer magia y traernos aquel capricho que más queremos?

Dicho y hecho. La carta ya estaba escrita, dejándole a mi rey mago todo el trabajo hecho: sólo tenía que llamar a Laura de La Tejetienda que ella sabría qué darle. 

Y debo haber sido buena, porque ahí estaban, junto a mis zapatos. ¡Qué contenta estaba yo el día de Reyes con mis lanitas!

No pude empezar tan pronto como hubiera querido, porque tenía que terminar el vestido, pero no hay mejor aliciente que tener otro proyecto en mente.

Ha sido un proyecto muy agradable de tejer y, por supuesto, muy agradable de llevar puesto. ¿Os gusta?

El huso

¿Os acordáis de la devanadera que mi media naranja hizo para el cumpleaños de mi amiga Bea? Pues resulta que a alguna de mis compañeras de Málaga Knits les gusta hilar y, en cuanto la vieron, me preguntaron si él podría hacerles un huso.

En cuanto llegué a casa se lo dije y, él que está que no cabe en sí desde que ha visto su devanadera a la venta en la página de La Tejetienda, en seguida dijo que sí.

No tardó mucho en hacerlo, lo más complicado fue encontrar la materia prima que a él le gustaba pero una vez conseguido, este es el resultado:

Directo a Milán (II)

Cuando os conté aquí que esperaba que a mi prima le gustara el kit calcetinero no imaginaba que en menos de un mes y, sin haber hecho nunca unos, tuviera un fantástico par de calcetines tejidos a mano.
Sólo han hecho falta algunas indicaciones vía whatsapp, fotos y vídeos incluidos, para que en tiempo récord tuviera sus calcetines acabados.
Aquí os dejo el resultado. ¿Os gusta? A mi me encanta.

Goma Eva

Cuando entras en páginas de manualidades, por todas partes ves cosas hechas con goma Eva. Era algo que me llamaba la atención (qué raro en mí...) y, el otro día, me decidí a trabajar con este material.

A las niñas de 7-8 años les encantan las Monster High y tienen un logo que es bastante fácil de hacer. Compré los colores que necesitaba, busqué el patrón por internet y, dicho y hecho, en un ratito lo tenía listo. Es un material muy fácil de manipular y seguro que no será lo último que haga. Este es el resultado:

Y esta la aplicación que le hemos dado:

Si os gusta pinchad aquí

Mi vestido (II)

Hace ya un año que publiqué el post Mi vestido. Fue un proyecto que empecé con muchas ganas pero, teniendo en cuenta el tiempo en Málaga, lo hice demasiado tarde.

Conforme iba avanzando, entraba la primavera y, cada día que pasaba, tenía más claro que ese invierno no lo estrenaría. Además, ya empezaban a llegar los hilos para el verano y, sin poderlo remediar, el vestido terminó en el fondo de la bolsa de los proyectos inacabados.

Este año, como ya sabéis, me he propuesto no dejar nada a medias, así que cogí mis agujas y retomé el vestido.

Lo he cogido con muchas ganas y lo he terminado rapidísimo. La pena es que vivo en una ciudad con un clima envidiable pero que, para las que nos gusta la lana, tenemos  muy pocos días para disfrutarla.

Ya me lo he puesto varias veces, pero me temo que, con suerte, me lo podré poner una o dos veces más. 

¿Os gusta?

Directo a Milán

Hace unas semanas el marido de mi prima Vanessa, Andrea, se puso en contacto con toda la familia pues quería prepararle una sorpresa por su cumpleaños (viaje desde Milán y fiesta con primos y amigos).

Mi media naranja y yo nos apuntamos en seguida, ¡quién puede resistirse a una fiesta y más si es en Granada y sin niños!

Lo siguiente fue pensar el regalo. Era fácil: le gusta tejer, hacer crochet, coser, las manualidades... tenía todo un abanico de opciones. Me decidí por el punto. 

Una vez decidido el regalo, lo siguiente era la presentación:

Una bonita bolsa y una caja era perfecto para entregarlo

Y este es el regalo:

Todo un kit calcetinero: ovillo para calcetines, agujas circulares y agujas de cinco puntas (para que ella elija cómo hacerlos), unos marcadores y un patrón.

La fiesta fue todo un éxito y espero (sé que sí) que el regalo le haya gustado y que se teja pronto unos calcetines calentitos para el frío invierno de Milán. 

Estuche vaquero

Cuando empezó el curso, a mi hijo Pablo le pidieron en el cole que llevara un neceser con una toalla, jabón y colonia para después de la clase de educación física.

Lo apañamos con un neceser del chino, pero yo pensé ¿por qué no? Cogí un retal de un vaquero viejo que ya había usado para hacer un neceser para mis agujas, busqué un motivo para adornarlo, en este caso de Star Wars y manos a la obra.

Lo primero fue hacer a R2D2 en fieltro. Para ello, conté con la ayuda de mi media naranja. El lo dibujó y yo lo pasé al fieltro. Luego pensé, ¿y para el otro lado? Otro poquito más de fieltro, un festón y, ¡listo!

A él le ha gustado tanto que en vez de usarlo para educación física, lo usa como estuche para sus lápices. ¿Qué opináis?

La rebeca de Sergio

Aunque fue el primero en probar mis experimentos tejeriles (véase la entrada Antes y después), mi media naranja no hacía nada más que pedirme que le tejiera algo, lo que fuera, pues ya prácticamente toda la familia tenía algo tejido por mí (que podía ponerse sin pasar vergüenza), menos él.

Además del gorro para dos cabezas, en su día también le hice un jersey (que no le cabía por la cabeza) y una rebeca (para dos como él), así que creo que era el momento de hacerle algo "a medida".

Ya tenía la lana, tweed de color verde, que a él le iba muy bien. Buscamos un patrón en ravelry y, como no podía ser de otra manera, no nos valía uno tal cual venía, nos gustaban dos, así que hice un mix y el resultado, modestia aparte, creo que no podía ser mejor.

 

Ha tenido su complicación, porque cuando ya iba por los hombros, me di cuenta de que había un error y tuve que deshacer un buen trozo, pero ha merecido la pena y él está encantado con su rebeca. Y como siempre, no hay nada mejor que tejer para alguien que sabes que valora tu trabajo. ¡Sobre todo si es tu mayor fan!

Propósitos para el año nuevo

Aunque el año ya casi estamos a finales de enero, no he querido dejar de escribir mis propósitos para este año:

1. No llevar más de 2 proyectos a la vez: Me he dado cuenta de que muchas veces empiezo cosas que dejo mucho tiempo sin acabar. Se me ocurre algo y tengo que empezarlo, dejando de lado otro proyecto que tenga a medias. Esto no puede ser. De ahora en adelante, sólo tendré un proyecto en casa (ya sea de punto, manualidades, costura, etc.), y otro que poder transportar, algo pequeñito.
2. Retomar el crochet. En mi casa siempre se ha hecho mucho más crochet que punto, tanto mis abuelas como mi madre, preferían el ganchillo. A mí no me terminar de gustar demasiado, quizás porque no me sale como a mí me gustaría, pero está claro que eso es por falta de práctica. Así que me vendrá muy bien el primer propósito de tener algo pequeñito para transportar.
3. Debo bajar la cantidad de ovillos que tengo en casa. Tengo ovillos como para hacer, al menos, tres proyectos de los grandes, así que no compraré más lana hasta que no acabe estos. También tengo una gran cantidad de restos, que me vendrán muy bien con el segundo propósito, perfectos para hacer pequeños muñecos.

Por ahora lo estoy consiguiendo. Estoy terminando el vestido que os enseñé aquí, ya sólo me faltan las mangas (espero enseñar pronto el resultado) y, como proyecto pequeño tengo en mis agujas unos calcetines que ya os enseñaré.

Estoy convencida que el segundo y el tercero lo conseguiré pero el primero... ¿Qué pensáis?
Y vosotras, las tejedoras y costureras, ¿tenéis ya vuestros propósitos? Contadme, contadme...

Más marcapáginas

Siempre me pasa igual... Hago algo para un niño y, poco después, tengo que hacer lo mismo o algo parecido para otro. En este caso han sido marcapáginas. Los hice para que mi hijo Pablo los llevara al cole por su cumple (ya os lo conté aquí) y, claro, Víctor no podía ser menos.

Como no puedo repetir manualidades (es superior a mí), me puse a buscar por la web y encontré otros modelos hechos con fieltro y palitos de colores. Ha sido muy entretenido y el resultado ha sido fantástico. Lo mejor, cuando le enseñé la foto a un compañero de trabajo y quiso uno para regalarlo.

Os dejo la foto. ¿Os gusta? Si os apetece que vuestros niños tengan uno, visitad Picolazos

Reyes Magos

Este año, parecía que los Reyes Magos se habían comportado. Sólo había hecho una petición: un chal para mi suegra.

Dejaron a mi elección el patrón, pero ellos ya sabían cuál era: el Haruni. Se lo había visto hecho a mi compañera tejeril Salomé y me había encantado. Tenía que buscar una lana suavita y que no agobiara, pues es un poco calurosa. Como siempre, Ángela, de La Maison Bisoux, tenía la apropiada, 100% baby alpaca, con una suavidad impresionante y una caída...

Me puse manos a la obra hace ya más de un mes, y casi, casi, no lo consigo pero supongo que habrán sido los Reyes Magos quienes me han dado el empujón para poder terminar. 

¡Espero que le guste!

Papá Noel (II)

Pues sí, Papá Noel siguió pidiendo...
Me dijo que tenía pensado calentarle la cabeza a alguien (que a lo mejor lo necesitaba ;-P), que el color azul le vendría muy bien (a juego con sus ojos), ¿quién podría ser...? ¡claro, para mi padre! ¡Está claro que no podía negarme a una petición así...!
En seguida supe cuál sería el modelo, el gorro de Cousteau, que ya había hecho el año pasado a petición de los Reyes Magos. Este ha sido el resultado:

Y el mejor regalo para cualquier persona que hace algo con sus propias manos y poniendo todo el cariño del mundo, ¡verlo todo el día con el gorro puesto!
¡Me encanta que te haya gustado!
Por cierto que no os creáis que Papá Noel es el único cara dura, que los Reyes Magos este año se han pasado con su petición. Sólo ha sido una, ¡pero qué una!. Ya os la enseñaré.