lunes, 21 de enero de 2013

Mi máquina de coser (I)

Pues sí, de pronto, un día, se me antojó una máquina de coser.

Y ahí he estado yo, soltando a quien yo sabía que podía oírme y tener en cuenta mis deseos (mi madre y mi media naranja, por supuesto), que me encantaría que me regalaran una máquina de coser.
Tanto lo dije, que luego me enteré que hubo una llamada de urgencia: "¡Suegra, ni se te ocurra comprar la máquina de coser, que lleva dos semanas guardada en el altillo!".
El caso es que Papá Noel no la trajo y, la mañana de Reyes, al ver el tamaño de los regalos que me habían dejado pues pensé: “¡el año que viene será!”. Pero, cuál fue mi sorpresa, cuando después de abrir los regalos escucho: “Chicos, vamos a darle a mamá su regalo de cumpleaños”, y aparecen con una enorme caja que contenía una fantástica máquina de coser.
Pues con todas las ganas que tenía, la desempaqueté, la miré, la remiré, la dejé en la mesa y… puse un mensaje: ¡¡¡Bea, ayuda!!!, porque, ¡nunca había cosido a máquina! En casa siempre había habido una, pero jamás se me ocurrió usarla. Así que tenía una máquina pero no podía usarla porque no sabía ni siquiera ponerle el hilo.
(Continuará…)


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