Cuando vi el jersey, pensé que su diseñadora no podía haber elegido un nombre mejor. Y, en ese mismo instante, decidí que tenía que tejerlo.
Siempre es difícil elegir la lana adecuada para cada proyecto pero, en este caso, lo tenía clarísimo: iba a hacerlo con aquella madeja que vi en
La Tejetienda la primera vez que estuve allí y que no podía quitarme de la cabeza.
Era una madeja muy suave, con una torsión que no había visto nunca y que, desde que la tuve en mis manos no paraba de pensar qué podía tejer con ella. Su nombre:Essentials Merino de Rico Design.
En seguida calculé cuántos ovillos necesitaría y, aunque se iba un poco del presupuesto, ¿para qué estaban los Reyes Magos si no era para hacer magia y traernos aquel capricho que más queremos?
Dicho y hecho. La carta ya estaba escrita, dejándole a mi rey mago todo el trabajo hecho: sólo tenía que llamar a Laura de La Tejetienda que ella sabría qué darle.
Y debo haber sido buena, porque ahí estaban, junto a mis zapatos. ¡Qué contenta estaba yo el día de Reyes con mis lanitas!
No pude empezar tan pronto como hubiera querido, porque tenía que terminar el
vestido, pero no hay mejor aliciente que tener otro proyecto en mente.
Ha sido un proyecto muy agradable de tejer y, por supuesto, muy agradable de llevar puesto. ¿Os gusta?