Aunque fue el primero en probar mis experimentos tejeriles (véase la entrada Antes y después), mi media naranja no hacía nada más que pedirme que le tejiera algo, lo que fuera, pues ya prácticamente toda la familia tenía algo tejido por mí (que podía ponerse sin pasar vergüenza), menos él.
Además del gorro para dos cabezas, en su día también le hice un jersey (que no le cabía por la cabeza) y una rebeca (para dos como él), así que creo que era el momento de hacerle algo "a medida".
Ya tenía la lana, tweed de color verde, que a él le iba muy bien. Buscamos un patrón en ravelry y, como no podía ser de otra manera, no nos valía uno tal cual venía, nos gustaban dos, así que hice un mix y el resultado, modestia aparte, creo que no podía ser mejor.
Ha tenido su complicación, porque cuando ya iba por los hombros, me di cuenta de que había un error y tuve que deshacer un buen trozo, pero ha merecido la pena y él está encantado con su rebeca. Y como siempre, no hay nada mejor que tejer para alguien que sabes que valora tu trabajo. ¡Sobre todo si es tu mayor fan!