Fin al síndrome del segundo calcetín

Ya os conté en esta entrada lo que era el síndrome del segundo calcetín. Pues bien, ¡me he curado!, ya nunca más me volverá a pasar. ¿Por qué?, aquí podéis verlo:

No se si se aprecia muy bien, pero el truco es tejerlos los dos a la vez, así cuando acabas tienes tu par listo para usarlo.

Este par, en concreto, ha ido para una amiga que nunca me ha pedido que le teja nada y ese ha sido el aliciente para hacérselos. Y, como no se los esperaba, pues le han hecho mucha ilusión.

Aquí los tenéis terminados. Espero que os gusten.

Bello

Cuando vi el jersey, pensé que su diseñadora no podía haber elegido un nombre mejor. Y, en ese mismo instante, decidí que tenía que tejerlo.

Siempre es difícil elegir la lana adecuada para cada proyecto pero, en este caso, lo tenía clarísimo: iba a hacerlo con aquella madeja que vi en La Tejetienda la primera vez que estuve allí y que no podía quitarme de la cabeza.

Era una madeja muy suave, con una torsión que no había visto nunca y que, desde que la tuve en mis manos no paraba de pensar qué podía tejer con ella. Su nombre:Essentials Merino de Rico Design.

En seguida calculé cuántos ovillos necesitaría y, aunque se iba un poco del presupuesto, ¿para qué estaban los Reyes Magos si no era para hacer magia y traernos aquel capricho que más queremos?

Dicho y hecho. La carta ya estaba escrita, dejándole a mi rey mago todo el trabajo hecho: sólo tenía que llamar a Laura de La Tejetienda que ella sabría qué darle. 

Y debo haber sido buena, porque ahí estaban, junto a mis zapatos. ¡Qué contenta estaba yo el día de Reyes con mis lanitas!

No pude empezar tan pronto como hubiera querido, porque tenía que terminar el vestido, pero no hay mejor aliciente que tener otro proyecto en mente.

Ha sido un proyecto muy agradable de tejer y, por supuesto, muy agradable de llevar puesto. ¿Os gusta?

El huso

¿Os acordáis de la devanadera que mi media naranja hizo para el cumpleaños de mi amiga Bea? Pues resulta que a alguna de mis compañeras de Málaga Knits les gusta hilar y, en cuanto la vieron, me preguntaron si él podría hacerles un huso.

En cuanto llegué a casa se lo dije y, él que está que no cabe en sí desde que ha visto su devanadera a la venta en la página de La Tejetienda, en seguida dijo que sí.

No tardó mucho en hacerlo, lo más complicado fue encontrar la materia prima que a él le gustaba pero una vez conseguido, este es el resultado:

Directo a Milán (II)

Cuando os conté aquí que esperaba que a mi prima le gustara el kit calcetinero no imaginaba que en menos de un mes y, sin haber hecho nunca unos, tuviera un fantástico par de calcetines tejidos a mano.
Sólo han hecho falta algunas indicaciones vía whatsapp, fotos y vídeos incluidos, para que en tiempo récord tuviera sus calcetines acabados.
Aquí os dejo el resultado. ¿Os gusta? A mi me encanta.