miércoles, 29 de mayo de 2013

Regalo de cumpleaños

Pues va a resultar que en esto de “crear” cosas con mis manos soy un poco antojadiza…
Lo mío era el punto, luego me picó el gusanillo de la costura, le estoy echando el ojillo al trapillo y, lo último es lo siguiente:
Un día vino a casa mi amiga Susana, muy emocionada porque ella también se había aficionado a algo: compra camisetas y las “tunea”, es decir, le cose alguna inicial, alguna muñequita o incluso, a las camisetas que ya traen dibujos, pues le añade algún lacito o botón y ¡listo! ¡camiseta nueva!
El caso es que me parecieron monísimas pero, ¿a quién le podía yo hacer una para probar? ¿a mis niños? ¡ni pensarlo! Todo lo que no sea fútbol o invizimal… iba a quedar aparcado en el armario.
Por suerte, invitaron a los niños a un cumpleaños, ¡sí! ¡una niña! ¡podía hacer una camiseta! Así que busqué por internet y encontré unas telas de las Monster High que seguro le iban a encantar.
Así que, allí que me fui yo a que mi Susana me enseñara a hacer esas estupendas camisetas. Y este ha sido el resultado:



Pero no hay camiseta que se precie que no vaya con su felpa compañera.

 

 Lo mejor de todo: ir a recoger a los niños al cumpleaños y encontrarte a la cumpleañera con la felpa puesta.

¿Qué os parece? 
Por cierto, que me ha gustado el proceso y ya ando liada con otra...

lunes, 20 de mayo de 2013

Vestidito veraniego


No creáis que ya he dejado la máquina de coser olvidada en un rincón de casa. ¡Nada más lejos de la realidad!
La verdad, es que le he estado dando bastante uso. Después de las pruebas con el bolso, el acerico y el neceser, pensé que ya era hora de hacer algo de ropa. Pero, ¿qué podía hacer yo que no tenía ni idea de costura? Pues lo que hacemos siempre que no sabemos algo, navegar por internet. Por ahí descubrí varios blogs de costura que no estaban nada mal y en más de un sitio recomendaban un vestidito para niña, de corte recto que, a simple vista, parecía bastante sencillo.
Dicho y hecho. Saqué el patrón y ¡a cortar se ha dicho! Menos mal que siempre tengo a mi Beíta que me echa una mano, porque si no, el vestido no hubiera cuadrado de ninguna de las maneras.
Una vez cortado, pues a coser… un día un poquito, otro día otro, otro día me enfado porque no me sale como quiero… el caso es que un par de meses después este es el resultado:




¡Qué contenta con mi vestido acabado! Se lo enseño a mi mayor crítico, mi media naranja y su respuesta: “Es soso”
Se me cayó el mundo a los pies. ¡Con lo contenta que estaba! ¿Qué hacía ahora? A los padres de la criatura les gustaba (les mandé fotos, pero ellos qué iban a decir…), pero la verdad es que bien mirado, ¡era soso!
Una visita al día siguiente a la mercería y, el resultado final es este:



Con sus braguitas a juego, claro:



¡Qué guapa va a estar Olivia este verano!

¡Me acabo de dar cuenta que tengo una seguidora! ¡Qué ilusión me ha hecho! ¡Gracias, Laura!

lunes, 6 de mayo de 2013

Calcetines morados


Como ya os he contado miles de veces, siempre ando pensando en el “siguiente proyecto”. Es por esto que andaba buscando unas lanas para hacer calcetines, quería hacerle unos a una amiga, pero no terminaba de encontrar la lana que me gustara.
Una noche, buscando por internet, la encontramos. Pero, claro está, que no encontré sólo ésta, encontré otra en preciosos tonos morados.
En cuanto llegaron las lanas, me puse a tejerlos. ¿Los de mi amiga?. No. Esos podían esperar, porque para su cumpleaños todavía quedaba mucho. Empecé con la lana morada. No me podía resistir.
Empecé con un patrón que, al poco de empezar,
deshice, pues no me convencía. Este patrón lo dejaré para otra lana con más degradado. Buscando y buscando, me encontré con otro modelo de calcetines que en los foros decían que eran un poco complicados pero a mí me encantaron. Así que me puse a ello. Conforme los iba haciendo (por cierto que no me han parecido nada difíciles de hacer), estaba claro para quién iba a ser. ¡Otra vez me quedaba sin calcetines!
Así que los calcetines han sido un estupendo regalo para el día de la madre. Es su color preferido y, todavía, no le había tejido nada digno a la que me enseñó a tejer, a hacer crochet, punto de cruz y tantas y tantas otras cosas. ¡Mamá espero que te hayan gustado y que el próximo invierno tengas lo pies calentitos calentitos!